Las más frecuentes son las respiratorias, alimentarias y cutáneas. Se pueden realizar testeos y análisis sanguíneos para dar con el alergeno que provoca la patología
La primavera y el verano son propicios para el desarrollo de alergias estacionales dado que aumenta la actividad de los insectos y también la liberación de polen; esto lleva a un aumento de las reacciones alérgicas. A menudo, los pacientes, motivados por la urgencia de aliviar sus síntomas, recurren a remedios de venta libre sin una comprensión completa de su condición alérgica o de los posibles efectos secundarios de estos medicamentos.
En este sentido, el inmunólogo Guillermo Frada indicó que “una alergia es una reacción desproporcionada del sistema inmunitario a una sustancia que es inofensiva para la mayoría de la gente. En una persona alérgica, el sistema inmunitario trata a la sustancia -o alérgeno- como un invasor y reacciona de manera inapropiada, provocando síntomas que pueden ir de las molestias leves a problemas que pueden poner en peligro la vida de la persona”.
En los casos en que el paciente recurre a la automedicación “el consumo de cierto tipo de medicaciones, cuando no están indicadas por un profesional, pueden generar un alivio momentáneo pero un efecto ‘rebote’ en el organismo, que empeore el cuadro a largo plazo”, afirmó.
Las alergias se manifiestan de diversas formas, desde estornudos persistentes y picazón en los ojos hasta erupciones cutáneas y dificultades para respirar. Es crucial reconocer estos síntomas, ya que la identificación temprana puede marcar la diferencia en la gestión efectiva de la condición alérgica.
“Durante épocas como el verano, las consultas más comunes tienen que ver con las alergias respiratorias, que pueden desencadenar en rinitis o broncoespasmos; pero también se suman las alimentarias y cutáneas”, mencionó. Además, destacó que hay gente que desarrolla alergia a las picaduras de mosquitos, «también existe un componente hereditario que puede predisponer la aparición”, apuntó.
El especialista indicó que no hay una edad concreta en la que se den las alergias. Por ejemplo, los bebés suelen desarrollar alergia a la leche de vaca o en la piel por el roce con el pañal; durante la adultez son más comunes las de tipo respiratorio, por ácaros, polen, o el contacto con mascotas.
El inmunólogo también destacó que, aunque la temporada de mayor aparición de los cuadros respiratorios virales es en invierno, se dan en el verano y suele confundirse. El Doctor hizo hincapié en que la clave para diferenciar los cuadros respiratorios de las alergias es la aparición de fiebre, dado que ahí se comienza a hablar de un proceso infeccioso.
Asimismo, se pueden realizar pruebas cutáneas con pequeñas cantidades de las proteínas que se encuentran en alérgenos comunes. En caso de presentar alergia, probablemente se formará un bulto elevado o roncha en el lugar de la piel donde se hizo la prueba.
Recomendaciones
No automedicarse. Se recomienda no automedicarse con spray nasal o antialérgicos para detener los síntomas. En su lugar hay que asistir a consulta para identificar el alergeno que causa el problema.
Ácaros. Evitar usar la ropa que está tirada en el suelo y espacios en los que se acumula polvo. Limpiar los filtros del aire acondicionado una vez al mes.
Picaduras. Al estar en el exterior o entornos naturales, utilizar ropa que cubra el cuerpo para evitar picaduras de insectos.
Alimentos. Se recomienda suspender alimentos picantes, mariscos, chocolates, en el caso de que generen alguna molestia. Leer atentamente los ingredientes que contienen los productos que se vayan a consumir.
Exposición al sol. En el caso de sufrir alergias en la piel, se recomienda proteger a la dermis de la exposición al sol porque puede aumentar el daño.
Fuente: El Territorio
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